domingo, 31 de marzo de 2013

"¡Con la mochila hecha junto a mi cama...!"

"Y el tren asomará al final de la vía, ¡qué bien! ¡Nos vamos YA!..." Y es que tenemos unas ganas tremendas, ¿o no?

¡Más de 70 laguneros nos iremos mañana de super campamento de Semana Santa! ¡Preparaos para tener un campamento genial en Dueñas!

Y ya que estamos, aprovecho para contaros algo sobre Dueñas... Muchos os fijaréis al bajar del tren que
hay un gran botijo... De hecho, a los pueblerinos también se les denomina "botijeros".

Este sobrenombre tuvo su origen en el siglo XIX,  aunque se le supone cierta base histórica en un viejo cronicón que narraba el asalto heroico de los vecinos de Dueñas al castillo que se levantaba en lo alto de un cerro calcáreo. La fortaleza había sido tomada tiempo atrás por los musulmanes, que establecieron allí un cuartel general. Al amanecer el pueblo de Dueñas se lanzó al rescate del castillo utilizando como armas arrojadizas y defensivas unos botijos...

"Todo el día duró este asalto y hasta la caída del sol, habiendo muerto todos los árabes, y después de desmantelar el castillo, del que no quedaron dos piedras juntas"

Sí amig@s, nunca viene mal saber un poquito de historia (o de leyenda, en este caso). De todas formas, el botijo, pese a su supuesta efectividad como arma arrojadiza (de la que yo no dudo), sirve mucho mejor como elemento para mantener el agua fresquita en verano, o incluso para ceder agua a pequeños arbolitos en estas secas tierras gracias a su porosidad.

Si queréis saber más acerca de las estupendísimas cualidades de los botijos y su aplicación, ¡no dudéis en preguntarme! XD

P.d: ¡LLEVAD PONCHOOOOOOOOO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario